Los valores nutritivos del aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es uno de los alimentos más característico de la dieta mediterránea y uno de los pilares de nuestra gastronomía. El AOVE es el zumo de la aceituna, es decir, no ha pasado ningún proceso artificial de refinación y no lleva ningún tipo de aditivo ni conservante. Esto hace que cuente con un alto valor nutritivo: una gran concentración de antioxidantes, vitaminas A, D, E y K y grasas saludables.

Por tanto, es un gran aliado para nuestro organismo, puesto que mejora la absorción intestinal de varios nutrientes, ayuda a reducir hasta un 30% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular o la posibilidad de desarrollar diabetes, entre otros beneficios.

Hay numerosos estudios científicos que permiten afirmar que el mejor aceite para la salud es el aceite de oliva virgen extra. Uno de ellos, llevado a cabo por la Universitat Autònoma de Barcelona, muestra como el consumo regular de aceite de oliva virgen extra puede retrasar la progresión del cáncer de mama. Pero sus efectos beneficiosos todavía son más, es antiinflamatorio, regenerador, hidratante y antioxidante.

En este sentido, hay que destacar que el AOVE también se utiliza mucho para cuidar de la piel, porque la hidrata, la nutre y la exfolia. Del mismo modo que en el cabello, donde se aplica en forma de mascarilla.

La variedad de oliva más plantada en nuestro territorio es la arbequina, de sabor y gusto más bien suave. La regla número uno de una buena alimentación es comer alimentos reales y sin procesar, como lo es el AOVE.